Tranquila, relajada o más bien con descaro. Así se mostró cuando fue capturada por el Gaula de la Poicía la mujer que raptó a la bebé de 7 días de nacida, en el corregimiento de Salgar, jurisdicción de Puerto Colombia.

La pequeña fue hallada en menos de 24 horas, en una vivienda del barrio Villa Las Moras del municipio de Soledad, en el área metropolitana de Barranquilla. 

Lo insólito del asunto y a la vez perverso, fue la tranquilidad en el momento en el que iba a ser arrestada la mujer, quien se identificó como Angelica María Coronado Cantillo. 

Se mostraba sonriente y relajada cuando le leyeron sus derechos y que iba a ser capturada por el delito de secuestro agravado.  Incluso pidió que no le pusieran las esposas. "¿Por qué me van a esposar", preguntó a los oficiales.

Al ser consultada por los agentes sobre el certificado de nacido vivo de la bebé, indicó que lo botó. Después le preguntaron sí la niña se había alimentado a lo que respondió de manera soberbia: "Claro, lógico". 

Esta respuesta enfureció al agente, quien le recordó que no tiene nada de "claro y lógico" el secuestro de una bebé recién nacida. 

Luego, los agentes del Gaula le colocaron las esposas, situación que también le causó gracia porque se volvió a mostrar sonriente. 

De acuerdo con información de la Policía, la mujer había raptado a la niña a base de engaños. Se ganó la confianza de la madre de la menor días después del parto y luego apareció en la vivienda de la progenitora. 

Según el relato de la madre de la bebé, Greymar Jiménez Tubiñez, la mujer llegó a su vivienda, ubicada en el sector de Playa Modelo, le preparó una comida y en la madrugada, aprovechó el momento en que la pareja de nacionalidad venezolana estaba dormida, para llevarse a la menor.

Días antes la había ayudado con gastos económicos y elementos básicos para la bebé. 

Por fortuna, la niña pudo ser rescatada y regresada a los brazos de sus padres. Mientras que Erika María Coronado Castillo fue llevada a la URI de la Fiscalía.